¿Cómo curar las enfermedades de la piel en los gatos?



Las enfermedades cutáneas en los gatos pueden tener orígenes diversos y la primera medida a tomar para poder curarlas es descubrir qué las provoca. La presencia de ácaros y otros parásitos en tu gato, las alergias, la infestación por hongos o bacterias o incluso el estrés pueden desencadenar distintos tipos de dermatitis con síntomas como erupciones, granitos, inflamación, picor intenso, descamación o pérdida de pelo. Así pues, ¿cómo puedes curar las enfermedades de la piel en los gatos? Presta especial atención.

Tratamiento contra las enfermedades cutáneas de los gatos

Las enfermedades de la piel deben tratarse adecuadamente porque además de ser molestas y dolorosas para el animal, que acaba produciéndose heridas considerables al rascarse, algunas son muy contagiosas. El veterinario te ayudará a determinar el origen del problema y te indicará las pautas a seguir.

  1. Calmar picores y disminuir la posible inflamación. Si la causa de la enfermedad son los parásitos, habrá que simultanear un tratamiento que los elimine con las medidas oportunas para disminuir la picazón y evitar que el gato se cause lesiones. Los tratamientos habituales incluyen lociones o pomadas calmantes con corticoides y antihistamínicos. En ocasiones, también es necesario recurrir a la medicación vía oral e incluso a las de inyecciones subcutáneas en el caso de infestaciones persistentes. La aplicación de compresas empapadas en infusión de manzanilla es también un remedio natural eficaz para calmar el picor.
  2. Actuar contra hongos y bacterias. Son responsables de numerosas dermatitis y habitualmente se tratan con cremas anti fúngicas capaces de eliminarnos. Si el veterinario lo considera oportuno recetará antibióticos. Por otra parte, las lociones que llevan en su composición aloe vera resultan recomendables para disminuir los picores, la inflamación y para ayudar a acabar con las bacterias.
  3. Combatir la sequedad y descamación de la piel. Es otro de los síntomas habituales de afecciones cutáneas como por ejemplo la sarna. Eliminar el ácaro que la provoca e hidratar en profundidad la piel del animal con soluciones específicas son las dos medidas imprescindibles. Las emulsiones a base de aceite de oliva o de almendras resultan efectivas para frenar la sequedad y la descamación.
  4. Cambios en la alimentación. Especialmente en el caso de la dermatitis miliar, además de los tratamientos de aplicación tópica, cambiar el pienso de tu gato por uno que incluya una mayor presencia de ácidos grasos esenciales como el Omega 3 puede resultar muy beneficioso.
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Autor

Mariola Báez Verdú

Licenciada en Ciencias de la Información con más de 10 años de experiencia en la redacción de contenidos digitales y especializada en la elaboración de artículos y reportajes relacionados con el cuidado de animales domésticos.


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