Tal vez por su mirada penetrante y enigmática, por la elegancia de sus movimientos sigilosos, por su astucia, o por reunir la fuerza y la destreza de los grandes felinos… los gatos, desde la antigüedad, han despertado cierta fascinación en el hombre y han sido considerados animales poderosos. Algunas civilizaciones han visto en ellos la representación de sus dioses en la tierra. ¿Pero cuáles son los principales dioses representados por gatos? ¿Quién es el dios gato egipcio? Descúbrelo con nosotros.
Dioses egipcios representados por gatos
Son varias las teorías que apuntan a que el origen del gato doméstico se encuentra en el antiguo Egipto, donde los gatos comenzaron a convivir con el hombre precisamente por su habilidad innata para cazar ratones y evitar las temidas plagas. Seguramente por esta razón, porque protegían los hogares, la comida, incluso los valiosos pergaminos de los roedores, los gatos comenzaron a considerarse no solo animales valiosos sino como auténticas deidades.
1. Diosa Bastet, la gata egipcia
Diosa poderosa representada por una bella felina de pelo oscuro y ojos impenetrables y también, en ocasiones, en forma de mujer con cabeza de gata. Los egipcios pensaban que sus ojos guardaban la luz del sol en la tierra y que su poder protector se centraba especialmente en el hogar, del que alejaba a los malos espíritus, y en las mujeres, por las que velaba durante el embarazo y el parto.
Bastet era una diosa pacífica, símbolo de la armonía, de la felicidad y de lo infinito pero ¡ojo! también tenía su faceta de gata salvaje sobre todo si llegaba el momento de tener que defender a los más débiles, sobre todo a los niños.
En los templos consagrados a la diosa los gatos eran venerados porque se consideraban su reencarnación en la tierra.
2. Diosa Sekhmet
Cuerpo de mujer y cabeza de leona, esta diosa felina, hija de Ra, aparece en numerosos bajo relieves y esculturas. La Poderosa y La Terrible, así era llamada esta deidad capaz de mandar al mundo terribles plagas, pero que también tenía su lado benevolente y pacífico que hacía que no solo fuese temida y respetada, sino adorada por su poder de curación y de protección. Toda la fuerza de la mayor de las "gatas", la leona, unida al poder de Ra, el sol, representado por el disco que lleva sobre su cabeza, la convertían en una de las deidades claves de la espiritualidad en el Bajo Egipto.
Nombres mitológicos para gatos
Otros dioses relacionados con los gatos
No solo la civilización egipcia veneraba a sus dioses gatos, hay más felinos poderosos en otras culturas muy diferentes como por ejemplo:
3. Freyja y su carro tirado por gatos
La bella Freyja, cuyo nombre significa "La Señora", es una de las diosas más importantes de la mitología germana y escandinava y una de las más poderosas. Es la diosa del amor, la fertilidad y la belleza y tiene también su lado “oscuro” que la relaciona con la magia, el sexto sentido, el más allá, la guerra y la muerte.
Se la representa recorriendo el mundo en su carro tirado por dos magníficos gatos que parecen de la raza Bosques de Noruega. Sus gatos son sus consejeros, encierran parte de su poder y también son venerados.
4. Li Shou
En la cultura china no podía faltar un dios gato. En este caso Li Shou es una deidad protectora que cuida del hogar y también trae fertilidad y buenas cosechas a aquellos que le veneran y realizan ofrendan buscando la buena fortuna.
5. Los bakenekos
Seguramente es la conocida astucia de los gatos lo que representan estos felinos de la cultura japonesa que, sin llegar a ser dioses, eran seres con poderes sobrenaturales capaces incluso de resucitar a los muertos. Su nombre significa “gato cambiante” y en Japón existen numerosas leyendas sobre gatos que hablan de los poderes, a veces benévolos y a veces diabólicos, de estos misterios felinos de fiero aspecto.
Como ves, desde la antigüedad al gato se le atribuyen poderes que van más allá de cazar ratones. Protectores y aliados de la buena suerte en algunas ocasiones y temibles si despertamos su lado oscuro y salvaje, el hecho es que hoy en día continúan siendo animales fascinantes.
