Los gatos que presentan problemas de equilibrio al andar, porque caminan de una forma peculiar tambaleándose de un lado para otro, padecen una enfermedad neuronal conocida como ataxia. Los tipos de ataxia en los gatos están provocados por un problema o lesión que generalmente, afecta a alguna de las áreas del cerebro encargadas de controlar el movimiento. Hay que señalar que este problema de equilibrio en los gatos se trata de un síndrome que puede afectar tanto a gatos ancianos como a gatos cachorros indistintamente, por ello es muy importante la detección precoz de la enfermedad.
¿Por qué pierden el equilibrio los gatos?
Existen múltiples causas que pueden llevar a un gato a perder el sentido del equilibrio de forma constante y persistente.
1. Enfermedad del sistema nervioso
Una de ellas es, por ejemplo, alguna enfermedad del sistema nervioso, o también problemas de otros órganos que afectan a las funciones cerebrales del gato, entre ellas, las encargadas de controlar el movimiento.
Sin embargo, la mayor parte de los casos relacionados con la ataxia o pérdida de equilibrio, están causados porque el gato padece una lesión o una disfunción en alguna de las áreas del cerebro encargadas de coordinar el movimiento.
2. Anemia o falta de hidratación
Pero un gato puede también tener problemas para mantener el equilibrio por una debilidad en su organismo que puede estar causada, por ejemplo, por una fuerte anemia o por falta de alimento o hidratación.
3. Problemas musculares
Asimismo, algunos gatos con problemas ortopédicos relacionados con sus huesos y articulaciones, o algunas enfermedades musculares pueden también ocasionar pérdidas de equilibrio muy evidentes.
4. Problemas sensoriales del gato
En este sentido, los problemas en el sistema sensorial de gato (una zona que se encuentra en los nervios periféricos, cerca de la médula espinal) puede generar al animal problemas a la hora de detectar cuál es la posición o el movimiento de sus músculos, tendones y articulaciones. Por ello, una lesión en esta zona produce, generalmente, la pérdida de control de la posición y del movimiento.
Por otro lado, las disfunciones del sistema vestibular (encargado de mantener la posición correcta de las extremidades de los gatos) suelen generar también la pérdida del equilibrio. Lo más frecuente es que los problemas aparezcan en el oído medio-interno, en el nervio vestibular o en el tronco encefálico.
Finalmente, el cerebelo es también uno de los órganos encargados de la coordinación de movimientos y del equilibrio en los gatos. Esta parte del cerebro actúa, en primer lugar, recibiendo toda la información sensorial y, después, procesando toda la información recibida sobre la posición y los movimientos del animal, de tal forma que coordina los músculos que son necesarios en cada uno de los movimientos.
Si tu gato ha sufrido un desgraciado accidente o alguna enfermedad que haya afectado a alguno de estos tres órganos, es más que probable que la ataxia o pérdida de equilibrio se adueñe de su día a día.
En algunos casos, puede ser que el gato haya nacido ya con un defecto congénito en alguno de estos órganos y que le impida mantener el equilibrio de una forma correcta. Aunque también se dan casos de gatos que nacen normales, pero la ataxia aparece a las pocas semanas o meses de vida.
Por ello, lo primero que debemos hacer si observamos que nuestro gato pierde el equilibrio, es llevarlo al veterinario para que éste pueda hacerle un diagnóstico más preciso y si es necesario, prescribirle el tratamiento adecuado para que recupere la normalidad, o bien, para que mejore notablemente de su evidente pérdida de equilibrio.
