Para tener un buen estado de salud los gatos han de mantener una temperatura constante de 38 grados. Sin embargo, en ocasiones, si el animal se queda expuesto al frío durante un periodo de tiempo muy largo, es probable que su temperatura corporal descienda bruscamente. A este descenso acentuado de la temperatura corporal se le conoce como hipotermia. Así pues, ¿cómo salvar a un gato con hipotermia? Presta especial atención:
Si tu mascota ha estado mucho tiempo a la intemperie en pleno invierno o se ha caído al agua y ha tardado un rato en salir, es posible que presente alguno de estos síntomas de hipotermia: temblores, letargo generalizado, desorientación, temblores al dormir. Por supuesto, también deberás comprobar su temperatura, pues si ésta es inferior a 36 grados, el animal está sufriendo hipotermia.
Según la gravedad de la hipotermia, los síntomas pueden variar considerablemente de un gato a otro. En el caso de la hipotermia leve, lo más normal es que el animal sufra debilidad y algunos temblores. En los casos de hipotermias más graves, es común que el gato tenga una respiración lenta y dificultosa, que sus pupilas se queden fijas y muy dilatadas, incluso en los casos más graves, los gatos con hipotermia pueden entrar en estado de coma.
¿Cómo ayudar a un gato con hipotermia?
En primer lugar, cuando estés ante un gato con hipotermia, deberás saber si el gato tiene frío y fijarte en si éste tiene el cuerpo mojado porque se ha caído a un charco o porque le ha caído lluvia encima. En este caso entonces, lo primero que debes hacer es secarlo de inmediato, envolviéndolo en toallas bien secas hasta que se absorba toda la humedad.
Si notas que el animal está muy frío, sería conveniente que las toallas estuvieran previamente calentadas con la ayuda de un calefactor u otra fuente de calor. Inmediatamente después de secarlo, es recomendable tomarle la temperatura para certificar que ésta vuelve a ser de 38 grados.
Sin embargo, si después de esta operación no conseguimos subirle la temperatura corporal al animal y notamos que éste está algo confundido o tiene problemas para reaccionar a nuestra llamada, lo más conveniente es llevarlo urgentemente a un veterinario. Este profesional se encargará de examinar su respiración y pulso cardíaco, y en caso de que carezca de alguno de ellos, le practicará una respiración asistida para volver a restablecer sus constantes vitales.
¿Cómo reanimar a un gato con hipotermia?
Uno de los síntomas más comunes de la hipotermia en gatos son los escalofríos o temblores. Por ello, si observas que tu gato o un gato de la calle está temblando, lo primero que has de hacer es llevarlo a casa para tomarle adecuadamente la temperatura.
Sin embargo, si el gato no reacciona al secarlo y ponerlo cerca de una fuente de calor, y no conseguimos que su temperatura baje, lo más conveniente es llevarlo al veterinario para que éste pueda aplicarle el tratamiento más adecuado para la hipotermia. Cuando el gato sufre una hipotermia leve, los veterinarios suelen recurrir a tratamientos pasivos externos. Sin embargo, si la hipotermia es más grave, lo más normal es utilizar líquidos intravenosos calientes que reactivan la circulación del animal al nivel de todos sus órganos.
También es frecuente que el veterinario recurra a una fuente de oxígeno, en caso de que el gato deje de respirar y para volver a restablecer su respiración (aunque esto sólo sucede en casos de hipotermia de extrema gravedad). Como también puede recurrir a la reanimación cardiopulmonar, en caso de que las constantes vitales del animal se pierdan en un determinado momento.
No obstante, y con el objetivo de prevenir que un gato tenga hipotermia, lo mejor es mantener al animal en casa durante los meses del invierno o en aquellos en los que haga más frío. Hay que tener en cuenta que tanto los gatos bebés como los gatos más ancianos son los más propensos a sufrir hipotermia.
¿Cómo salvar a un gato con hipotermia?
