La ceguera repentina o súbita de los gatos es uno de los síntomas o manifestaciones que puede derivar de algunas enfermedades que padecen los felinos. Sin embargo, un gato puede también perder temporalmente la visión por otros motivos como una intoxicación, un golpe o traumatismo o un déficit en su alimentación. Hay que tener en cuenta que la visión es uno de los sentidos más importantes para cualquier felino, ya que a través de sus ojos ellos puede orientarse en la oscuridad, pueden cazar, incluso, pueden interactuar con otros gatos y otros animales. Así pues, ¿cómo detectar la ceguera repentina en los gatos? Descúbrelo a continuación.
¿Qué es la ceguera súbita en los gatos?
La ceguera súbita o repentina puede ocurrir en cualquier momento de la vida de nuestra mascota, y deberemos estar muy atentos a los diferentes signos que pueden delatarla: si tu gato no ve bien y choca con los muebles de la casa o si tiene muy dilatadas las pupilas. Pero también los gatos que se quedan ciegos de repente, pueden empezar a andar en cuclillas de forma que mantienen el cuerpo más cerca que antes de perder la vista, y de esta forma se sienten más seguros.
Otro signo de ceguera repentina en tu gato es que, de repente, el gato comience a caminar por los bordes de las aceras o junto a las paredes de la casa, sin atravesar las habitaciones por en medio, como hacía antes. Además, has de tener en cuenta que el comportamiento de un gato viejo cambia también de forma repentina, y es posible que al perder la visión se vuelva también más miedoso y tranquilo que antes.
Causas de la ceguera repentina en los gatos
Si sospechas que tu gato ha podido perder la visión de repente, lo primero que has de hacer es llevarlo al veterinario para que éste puede emitir un diagnóstico rápido y fiable sobre la causa de la ceguera de tu gato. Para poder determinar las posibles causas, el veterinario deberá elaborar un historial completo de su mascota, así como llevar a cabo diferentes pruebas diagnósticas, como un minucioso examen ocular y un reconocimiento físico completo.
Sin embargo, en muchas ocasiones las causas de ceguera en los gatos están directamente relacionadas con alguna de estas enfermedades que detallamos a continuación:
- Cataratas: Al igual que nos ocurre a los humanos, cuando nuestros ojos tienen cataratas es frecuente sentir una opacidad dentro del ojo que nos dificulta o impide la visión. Sin embargo, hay que destacar que no es muy frecuente que los gatos, aunque éstos sean ancianos, se aquejen de cataratas.
- Golpes y traumatismos: Es una de las causas más frecuentes de la ceguera en los gatos. Si el gato sufre un golpe fuerte en la zona del ojo, se dice que padece un traumatismo cerrado. Pero también es posible que se le clave un objeto afilado, y esto sería un traumatismo por penetración Cualquiera de estos dos tipos de accidentes pueden provocar una lesión interna en el ojo y, por lo tanto, la pérdida total de la visión.
- Tensión ocular o glaucoma: Los gatos que tienen una tensión intraocular elevada pueden tener daños internos en los ojos que acaben afectando a su visión, hasta provocarle la ceguera.
- Degeneración de la retina: Una dieta demasiado pobre en nutrientes o muy rica en toxinas puede ocasionar la degeneración de la retina y, por lo tanto, la pérdida total o parcial de la visión.
Algunas otras enfermedades como la uveítis o la endoftalmitis, pueden ocasionar también la ceguera repentina a un gato aunque, en algunos casos y si se pillan a tiempo, pueden tener cura mediante tratamiento médico.
