Aunque por regla general a los gatos no se les conoce como buenos bebedores, lo cierto es que les encanta el agua que sale de los grifos y de las fuentes, sobre todo si está fresca. El agua es una parte fundamental en su dieta, ya que como ésta debe ser muy proteica, consumir agua les evita problemas urinarios en un futuro. Por ello, es fundamental proporcionarles agua fresca a diario, en un recipiente limpio. A muchos gatos les resulta más apetitosa si está en recipiente de cristal.
Si la alimentación de nuestro gato es húmeda, requerirá menos agua en su dieta diaria y teniendo en cuenta que no eliminan agua en tanta cantidad como nosotros, aunque los veamos beber poco, no hay que preocuparse demasiado.
Cuando los gatos lactantes pasan a una alimentación seca, sí que requieren beber más, y, de hecho, beberán más que cuando sean adultos.
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